lunes, 20 de diciembre de 2010

FATUM

Por JURA TE ROSALES FATUM. En la mitología ro- .
mana era el destino, la fatalidad.
Una maldición que empuja
a su víctima a un final trágico,
por más que ella haga esfuerzos para
escapar de lo que ya está escrito.
Cuando empezaba la primera
década del 2000, Hugo Chávez lo .
tenía todo. Una popularidad abrumadora,
unos ingresos fabulosos y
un discurso que prometía a los venezolanos
una época de prosperidad y
felicidad. 'Ni siquiera necesitaba
mucha capacidad administrativa ni
hacía falta rodearse de genios: le
hubiera bastado seguir desarrollando
el plan de expansión de PDVSA
que ya existía (para el 2011 Venezuela
hubiera tenido la prevista capacidad
de producir 8 millones de
barriles diarios) y dejar que todas las
demás ramas del gobierno funcionen
aprovechando aquellos enormes
recursos para transformar al
país en un magnífico ejemplo de
superación y no sólo alcanzar, sino
superar el Primer Mundo, colocán- .
dose a la par de Noruega, que sí lo
hizo y es considerada el paraíso de
. los trabajadores.
Termina la década, surge la pregunta:
¿qué pasó? Fueron despilfarrados
950.000 millones de dólares
en diez años. Si los dividiéramos por
los casi 30 millones de habitantes de
10
LA POLíTICA
Chávez gobierna bajo el signo de la fatalidad, el FATUM romano que empuja la
persona a su propia pérdida. LO$ venezolanos, menos crueles, 10 llaman La Pava.
Destruye a su país, a su pueblo, terminará destruyéndose y pareciera que no puede
escapar de una maldición que 10 llevó a despilfarrar en una década un capital de
popularidad y dinero como nunca se ha visto antes en 'la Historia moderna.
Venezuela, esto significaría que a
cada venezolano le tocaba disfrutar
del equivalente a 31.666 MILLONES
de dólares en diez años. Insisto "
en la cifra millonaria, porque son
3.166 MILLONES de dólares anuales
por persona, que cada venezolano
debía haber recibido en la forma
de mejoras en su calidad de vida ya
su vez, en educación, inversiones,
incentivos que le hubieran permitido
ser productivo para agregar aún más
a su bienestar.
Hoy, a diez años de la bonanza,
no queda nada hecho, nada invertido,
nadaconseguidoyporelcontrario,
hay un país endeudado no solamente
por los años venideros, sino
por décadas,' puesto que hasta lo
poco de petróleo que todavía produce,
ha sido entregado ya a China, a
futuro por muchos años. Queda una
población empobrecida, carente servicios
elementales como la luz eléctrica,
vivienda cómoda, vialidad y
que pronto, por los vientos que
soplan, no tendrá comida.
El Fatum en acci6n
Venezuela es un país fabulosamente
rico, bendecido por lanaturaleza.
De no haberle destruido PDVSA,
Venezuela seguiría siendo un
país rico y todavía algo de petróleo
- en forma muy disminuida - PDVSAproduce.
Cuba es una isla pequeña, carente ~
de riquezas naturales, sometida a un
dictador cuya única meta es permanecer
en el poder. Fidel Castro tomó
el poder por la vía armada, a manera
de golpe militar guerrilleroy de inmediato,
buscó quien lo mantenga.
En enero de 1959, Fidel era el
guerrillero que meses antes había derrocado
a un dictador y Rómulo Betancourt
era presidente electo de Venezuela
(todavía no se había encargado
de la presidencia). Fidel Castro
viajó aVenezuelaparaexigirpetróleo,
explicando que era la única manera
que tenía su gobierno de sobrevivir.
Betancourt le contestó que ese petróleo
no era para regalado. Era para
Venezuela y los venezolanos.
Ante la negativa venezolana, Fidel
Castro viajó a Estados Unidos en
un esfuerzo de conseguir el patrocinio
de Washington. Allí le alcanzó su
hermano Raúl, quien era entonces
alumno privilegiado en la policía
secreta de la URSS y ocurrió' un
famoso pleito a gritos en el hotel
donde Fidel se hospedaba. El objeto
del pleito era a dónde arrimarse
mejor. Al final, ante la negativa
norteamericana, a Fidel no le quedó
como solución sino el patrocinio de
la Unión Soviética, al elevadísimo
precio de sacrificar a los cubanos no .
sólo en su calidad de vida, sino como
carne de cañón en África. Fidel,
~ N° 1785 -17-12-10

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